Visitando el Taj Mahal: cuando lo barato cuesta caro

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Dado que Agra, la ciudad donde se encuentra el Taj Mahal, no ofrece mayor atractivo que este, nos sumamos a un tour para ir por el dia a visitar el sitio.Tomamos el tour más barato que encontramos, y como alguien diria por ahi, lo barato cuesta caro.

El bus nos recogió a eso de las 6 de la mañana, asumimos que 180km de distancia era un equivalente a 3 horas de viaje, pero no,180 km se transformaron en 6 horas arriba de un bus ochentero, donde el sinónimo a aire condicionado eran pequeños ventiladores (que no funcionaban) encima de tu cabeza. Durante esas 6 horas tuvimos la oportunidad de compartir con otros turistas indios, lo cual nos dejo bastante asombrados, pues si bien nadie se conocía, ellos compartian y conversaban como si fueran amigos de toda la vida, lo que nos dio la oportunidad que compartieran su almuerzo con nosotros (ya que nosotros no ibamos para nada de preparados).
El Taj Mahal fue creado por el emperador Shah Jahan, en memoria de su tercera esposa Mumtaz Mahal, quien murio dando a luz a su 14vo hijo en el año 1631. Mumtaz Mahal fue enterrada en un principio en Buhanpur, mientras el emperador permanecia ahi por asuntos militares. Tiempo despues su cuerpo fue removido de ahi en un ataud de oro y puesto en un pequeño edificio en la orilla del rio Yamuna en Agra, en cuyas riveras se encuentra hoy el Taj. Al año siguiente comienza la contruccion del mausoleo de Mumatz el cual fue finalmente terminado en el año 1640, sin embargo el resto de lo que propiamente del Taj Mahal es terminado 13 años después (sí, el mayor monumento de amor del mundo es una tumba).
Lo que da a esta historia su carácter no es solo el hecho de construir un monumento tan sobrecogedor y majestuoso. En cierto momento el emperador cae enfermo, de lo cual sus hijos se aprovechan declarando la independencia de los respectivos estados de los que eran gobernador, pero Aurangzeb, el tercero en la linea de sucesion, enfrenta a su padre y le dice que lo haga Emperador. ante la negativa de su padre y sumido en su megalomanía, Aurangzeb mata a sus hermanos, y le lleva las cabezas a su padre, quien nuevamente se niega, pues aunque ahora sea el heredero, sus actos son completamente desquiciados. Apoyado por un par de militares finalmente se hace del poder y manda a encarcelar al emperador en el fuerte de Agra. Shah Jahan era ya un hombre viejo al tiempo de su encarcelamiento, pero su amor por Mumtaz seguía latente. Shah no tenía permitido salir de su prisión en el fuerte, resultaba muy riesgoso dejarlo andar por ahí cuando habían usurpado el poder. Aún así, consciente del amor de su padre, le construye un lugar especial en lo alto del fuerte; un lugar hecho del mismo marmol que el Taj Mahal, y con una vista privilegiada al mismo, para que por el resto de sus días pudiera admirar la belleza de su monumento. Finalmente Shah muere y es enterrado en el mismo mausoleo junto a su amada. Años después su hijo corre la misma suerte que él, y generaciones después su dinastía cae por las peleas que mantienen constantemente miembros de la familia, todos corrompidos por el poder, pero eso ya es otra historia

Fuerte de Agra, usado aun en parte como base militar

Fuerte de Agra, usado aun en parte como base militar

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Eran las 12 del dia y finalmente estabamos en las polvorientas calles de Agra. La ciiudad en sí no tienen ningún atractivo, todo gira en torno al Taj. Siendo el lugar más concurrido por turistas y viajeros de toda la India, aquí el que pestañea pierde, y eso se traduce siempre en desembolsar dinero. Es casi como si el Taj fuera una isla con un tesoro, y para llegar tengas que cruzar un rio lleno de cocodrilos.
Nos lanzamos a este «río», se acerca el primer depredador: «amigo el Taj esta muy lejos de aquí, subase a mi carreta y lo llevo por poca plata».- decía un hombre joven mientras caminaba a nuestro lado con su camello. No había ni alcanzado a mirar al frente cuando comenzaron a aparecer vendedores de todas las edades; niños, adolescentes y adultos, todos ofreciendo las mismas chucherías, gritando precios y preguntando el por qué de mi negativa a comprar.Ya nisiquiera contestaba a sus preguntas, el «where are you from?» es el método para seguir captando tu atención, ablandarte, y seguirte es la opción que les queda para que en un súbito enojo saques un billete. Habían pasado cinco minutos, cruzábamos frente a una pandilla de monos que aprovechandose del flujo de gente y comida, había hecho de este lugar su casa. Otra carreta de camellos nos sigue, ya son como cinco personas pero hacemos como si nada. Cuando creíamos que ya todo había pasado, aparece otro personaje. «ve la fila de alla? Es muy larga, yo le puedo hacer saltar la fila».- su sonrisa era como de vendedor de autos. Este me saco un poco de mis casillas, pues todo lo que decía era mentira; existe siempre una fila gigante, es cierto, pero es para los Indios; los forasteros pagan obligadamente alrededor de 25 veces más que los locales (para quienes se conoce como entrada VIP), por lo que hay una fila especial en la que nunca tendrás que esperar más de cinco minutos. Me limite a decirle que era un tramposo, y solo se río y me dijo que era verdad lo que el decía, mientras encendía un cigarrillo y se iba caminando tranquilo a buscar otra presa; en el fondo le daba lo mismo ya que más de alguno caería ese día. Ya con las entradas pagadas (750 Rps para extranjeros) comenzamos a caminar, esperando que quizas de la nada apareciera el Taj, tal cual como en las postales o en fotos de revistas, pero aún quedaba la última línea de cocodrilos que saltar. La entrada incluye una botella de agua y unos cubre zapatos para los quisquillosos que les da asco tocar el piso del Taj con los pies descalzos (curiosamente en su mayoría los usan los japoneses, haciendo un juego perfecto con la mascarilla quirúrgica que por lo general llevan puesta), y se cobran en un pequeño estante, a la derecha de la caja donde se compra el ticket, el cual esta siempre rodeado de mucha gente, haciendolo difícil de hallar en principio. «Que busca amigo? Que?! Agua gratis?! No no, eso es un cupón, debe pagar 20 rupias, si quiere yo voy al lugar por usted, ya que esta un poco lejos».- fue el último intento por hacernos caer en una trampa. No diré nada de los guías que acechan ya llegando a la entrada al Taj, quizás al no poder perseguirte mas que un par de metros no les queda más que conformarse con un no y seguir intentando.
Lo logramos, llegamos a la isla sin ningún mordisco, y tal como un tesoro, el Taj apareció frente a nosotros; sobrecogedoramente blanco, casi resplandeciendo, y tan majestuoso como lo habíamos imaginado. Sus jardines en perfecto estado Ir al amanecer o atardecer debe ser aún más impresionante, pues el blanco del marmol se tiñe con los colores del cielo, dandole una apariencia aún más impresionante.
En un bús lleno de Hindús no fué raro que nos detuviéramos en varios templos de vuelta a Delhi. El supuesto regreso era a las 11 PM, pero resultó ser a las 4 AM. Llegamos cansados, incómodos y empolvados, prometimos que para la proxima averiguaríamos un poco más antes de decidirnos por lo más barato, pero a pesar de todo eso estábamos felices; el viejo Shah Jahan logró su cometido y lo seguirá haciendo mientras el Taj Mahal siga allí; a pesar de los estafadores, acosadores y oportunistas, el Taj nunca dejará de ser el más grande monumento al amor jamás construido.

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