Good morning Vietnam!

Mercado Ben thanh.

Mercado Ben thanh.

La primera vez que escuché sobre Vietnam fue gracias a la clásica película “Apocalypse now”. Desde que Martin Sheen recordaba en su habitación aquellos helicópteros incendiando la selva al ritmo de “The end” de los Doors nunca pude sacarme de la cabeza la idea de conocer esta tierra. Una vez finalizada la guerra civil, Saigon, la antigua capital de la desaparecida república de Vietnam (Sur), fue rebautizada como Ho Chi Minh City (HCMC) en honor al líder de la república democrática de Vietnam (Norte), pero lo cierto es que aún se escucha su antiguo nombre en las calles, y sobretodo los más viejos siguen afirmando su diferencia con la gente del norte. De lo anterior no podemos hablar mucho aún, pues esta aventura recién está comenzando.
Neón, eso fue lo primero que se me vino a la cabeza mientras el avión aterrizaba. Hace ya un tiempo que no veíamos edificios cubiertos por colorinches letreros publicitarios, y a decir verdad me dio un cierto gusto pensar en lo que normalmente traen consigo: ruido, gentíos, tráfico, motos; todo aquello que en las ciudades grandes gusta y disgusta a la vez, pero que hace rato no experimentábamos. Nos quedaríamos en la calle Bui Vien, en el sector de Tran Hung dao, pleno centro de la ciudad y gracias a que HCMC es la parada más visitada en el país, esta calle ya cuenta con una reputación propia en el circuito del sudeste asiático. Al llegar a Bui Vien, el flashback fue inevitable; estaba frente al hermano pequeño de Khao San Road. Todo pasaba frenéticamente, bares hacia la calle, comercio y mucha gente, por suerte fue fácil encontrar un lugar en ese caos burbujeante, ya que a lo largo de toda la calle y los callejones existen innumerables hoteles y hostales para todo presupuesto.

Ghetto mochilero de Bui vien por la noche.

Ghetto mochilero de Bui vien por la noche.

Un nuevo día comienza en la ciudad, las calles que durante la noche desbordaban de gente y sillas ahora se ven vacías, son en su mayoría vietnamitas quienes durante la mañana le devuelven la normalidad al lugar, dejando de lado la fiesta y dedicándose a sus distintos oficios en un ambiente de relativa “paz”, sin embargo esto dura hasta que comienza a atardecer, cuando el fantasma se apodera nuevamente de todos y la calle se convierte en un khao san road alternativo. Queríamos partir con algo de la historia de este país, y así fue como nos dirigimos hacia el museo de los remanentes de guerra. En este lugar se cuenta la historia de los años en que el Sur y el Norte se encontraban sumidos en una cruenta guerra. Lo más particular de esta visita es que aquí en ningún lugar se habla de los “heroes de la libertad”, ni de aquellas imágenes que tantas veces Hollywood ha creado exacerbando el “espíritu americano”. Como toda historia tiene (al menos) dos caras, vale la pena verla desde los ojos de Vietnam, y aunque las guías de viaje tilden a este lugar de un museo “propagandista”, la verdad es que muestra justamente ese lado “B” que no se ve en las películas; y a pesar de que, en efecto, se vanagloria la victoria de Vietnam por todos lados, el mensaje que finalmente nos dejó es que en un conflicto de tal magnitud, ningún bando es el bueno o el malo, todos salen perdiendo.

Museo de remanentes de guerra.

Museo de remanentes de guerra.

Salimos del museo luego de jugar el papel de turista promedio durante dos horas fotografiándonos con tanques, aviones y cosas por el estilo, nos dirigimos caminando al “Museo de la reunificación”, el antiguo palacio de gobierno de Vietnam del sur, hoy convertido en un trofeo de guerra. A decir verdad, no es mucho lo que se pueda rescatar de este lugar a menos que realmente estés internalizado en la historia de este país, en el caso contrario la visita se reducirá a admirar algunos salones pomposos, animales exóticos disecados, y un par de búnkers de la época de la guerra fría.
Ya se acerca el atardecer, y el calor húmedo de la ciudad no da tregua, aún así decidimos internarnos en los angostos pasillos del mercado Ben Thanh, el más popular de la ciudad. A pocos minutos caminando desde Bui vien, es un lugar popular entre los turistas, ya que aquí se encuentra de todo: desde los souvenirs más genéricos para llevar de regalo a tus amigos, pasando por aquellas poleras clásicas del circuito del sudeste, hasta condimentos, y todo tipo de cafés vietnamitas.

Palacio de la reunificación, ex sede de gobierno del Sur.

Palacio de la reunificación, ex sede de gobierno del Sur.

En un rincón de aquél estrecho lugar, el gentío disminuye considerablemente y un sinnúmero de comedores se abren paso ofreciendo todo tipo de comidas locales. Algo que nos llamó la atención fue la prevalencia de la cocina local por sobre todo el resto, pues aunque existe algunos carritos que ofrecen shawarmas y comida rápida occidental, en la calle todos se aglomera en pequeñas sillas que parecen de jardín infantil para disfrutar sopas y platos tradicionales, algo así como que en Chile la gente se sentara a comer cazuela o degustar unos chunchules. La gente en su mayoría aún expele orgullo por su país y sus tradiciones lo cual es sin duda digno de admirar. Aunque vimos un par de locales de Burger king, no existe Mcdonald’s en la ciudad ni el país, y la razón está completamente ligada a lo anterior. Para llegar a Vietnam, la corporación exigía trabajar con carne proveniente del extranjero, ante lo cual se le cerró la puerta, pero más allá de ser por una razón de salud, la medida se adoptó debido a que en Vietnam solo usarían productos nacionales, dando una bofetada en la cara una de las grandes compañías a nivel mundial.

dentro de los tuneles del vietcong.

dentro de los tuneles del vietcong.

El imperdible de la ciudad, es la visita a los túneles de cu chi. Esta zona a un par de horas de HCMC se hizo famosa ya que era un pequeño bastión de rebeldes, el Viet cong, quienes apoyados por el norte causaban dolores de cabeza a los americanos con sus tácticas de guerrilla. Ante los incesantes bombardeos gringos, y sin un lugar donde ir, la gente comenzó a excavar pequeños túneles para cubrirse de la lluvia de bombas, luego comenzaron a crecer y a ser usados para emboscar a los estadounidenses. Era un factor completamente psicológico, pues como decían los soldados, “uno nunca lograba ver al enemigo, los compañeros tan solo morían o caían heridos pero nadie parecía estar ahí, era como si la naturaleza te rechazara”. Un dato interesante es que a lo largo de todo el país existen túneles de este tipo, muchos de los cuales están conectados entre sí, y que durante siglos han permitido el movimiento de gente y recursos en épocas turbulentas, sin embargo solo se pueden visitar algunos lugares, pues la ubicación de la mayoría es un secreto de estado guardado bajo siete llaves. Al entrar en estos túneles, el calor sofocante se duplica, y el espacio reducido hace que sea una experiencia angustiante para quienes incluso son pequeños y menudos como los vietnamitas, aun así a menos que se sufra de claustrofobia, recomendamos a todos intentar recorrer al menos un tramo.
Ya cae la noche y volvemos a la ciudad, solo nos resta entregarnos a este mundo paralelo que se forma en los ghettos de mochileros, compartiendo datos freaks, historias y muchas veces escuchando a tu alrededor las mismas preguntas una y otra vez, algo que no hacíamos hace mucho y que se extrañaba.

Vietnamita mirando desde su ventana el mundo paralelo que noche a noche se toma Bui Vien.

Anciano mirando desde su ventana el escenario que noche a noche se toma Bui Vien.

HCMC es sin duda uno de los puntos grandes en el circuito del sudeste, a la altura de Bangkok o Siem Reap, por lo que es de esperar un gran número de turistas dando vuelta por la ciudad y precios un poco más inflados que en el resto del país, aún así es un lugar interesante con mucho espíritu, y gracias a este carácter de la gente local es que a pesar de la apertura a la influencia extranjera, se ha mantenido fiel a su estilo y naturaleza.

Datos útiles:

– Moneda: Dong $20.000 Dongs = 1.00 USD

– Pieza de hotel (son pocos los hostales): 10.00 USD para 2 (pero incluye aire acondicionado, televisor con cable, WIFI y refrigerador)

– Plato típico de comida: Pho Bo desde los $30.000 Dongs

– Cerveza: Saigon beer $15.000 -$20.000 Dongs

– Pasaje de bus cama entre 3 ciudades: desde los 17.00 USD

– Tour a los túneles: 12.00 USD

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